La energía solar es un tipo de inversión que en España está garantizada por la ley; estos parques o huertos solares están conectados a una red estatal, y la energía eléctrica que producen se conecta a esta red y se vende a las compañías eléctricas privadas. Es por ello que su instalación se ve amortizada en un corto plazo, ya que existe un decreto ley que obliga a las empresas privadas a comprar toda esta energía producida en las instalaciones solares.
El concepto de parque o huerto solar es básicamente de inversión,
por el cual distintos usuarios pueden disfrutar de la misma parcela o terreno
donde se obtiene la energía solar, es decir, comparten esa área
desde el punto de vista de los costes de instalación, mantenimiento, vigilancia,
y por supuesto, los beneficios. Tanto si hablamos de huertos como de parques,
están dirigidos a pequeños y medianos inversores. Éstos sólo
aportan el 20% de la inversión y el resto lo pone alguna entidad bancaria.
Además de los beneficios en cuanto al ahorro de energía, hay que
tener en cuenta los beneficios fiscales que de estos parques se derivan (debido
a las ayudas que los gobiernos centrales donan para estas iniciativas).
España, siendo uno de los países de la Comunidad Europea donde más
horas de sol recibe y más porcentaje de radiación solar posee, todavía
no es consciente del potencial de estas inversiones, que podrían dar lugar
a energías limpias, alternativas e inagotables. Pero en países como
Alemania, o los de la zona nórdica, donde las fuentes solares son infinitamente
inferiores a las nuestras, multiplican por diez el número de instalaciones
de estas características. Los países centroeuropeos (como la citada
Alemania, Francia o Suiza) se han dado cuenta rápidamente de la amortización
tan beneficiosa que suponen los parques solares, y es por ello que son los principales
inversores en este negocio en España.
Las ventajas de invertir en un parque solar son numerosas, entre ellas está
la seguridad de obtener una alto rendimiento económico por las cantidad
y calidad de las horas y radiación solar que tenemos en España,
lo que hará que la producción de energía sea alta y rentable.
Otra ventaja es que esta inversión permite intervenir tanto a personas
físicas como jurídicas, y el riesgo percibido es mínimo debido
a que hay garantía de ingresos mínimos y el precio de la electricidad
está asegurado por ley. Toda la producción eléctrica que
genera el parque o huerto es comprada por las compañías eléctricas
a precios ya asignados y predefinidos para todo el país.
El beneficio económico, por tanto, parece claro. Pero no es lo único
que podemos ganar si invertimos en parques solares; la calidad energética,
la condición de inagotable y el pequeño o nulo impacto ecológico
hacen que sea una opción que cada vez es más tenida en cuenta. Contribuye
al desarrollo sostenible de cualquier país, ya que se evita la emisión
de dióxido de carbono a la atmósfera, rebajando considerablemente
el efecto invernadero. Según diversos estudios, el 90% de las necesidades
eléctricas de la Unión Europea se verían satisfechas con
la energía solar que se recibe en los países de la cuenca mediterránea,
con lo que se prevé que en los próximos años el sector experimente
un crecimiento espectacular.