No está muy generalizado el uso de la palabra «etanol» cuando nos referimos a un combustible ecológico, es decir, un alcohol de origen vegetal que se utiliza en mezclas con gasolinas, por ejemplo. Para su fabricación se cuenta con distintos tipos de materias primas naturales como los cereales, el maíz, el trigo y la cebada, entre otros, aunque también se puede producir a partir de otros compuestos como la madera, la paja, etc. En cualquier caso, es la mejor opción para promover una mejor combustión y, sobre todo, para reducir las emisiones contaminantes de los tubos de escape, por ejemplo. Es el combustible ecológico de las plantas por excelencia.
El bioetanol, actualmente también conocido como biocombustible, no es más que alcohol etílico, un producto químico obtenido a partir de la fermentación de los azúcares que se extraen de productos vegetales como los cereales, la remolacha, la caña de azúcar, etc. Dichos azúcares están combinados en forma de sacarosa, almidón, hemicelulosa y celulosa. Su producción tiene cada vez más éxito puesto que su uso promueve una mejor combustión y ayuda a preservar el medio ambiente de las perjudiciales e indeseables emisiones contaminantes como el monóxido de carbono, el dióxido de carbono y los distintos hidrocarburos que, sin darnos cuenta, vamos consumiendo diariamente cuando cogemos el coche, la moto, el autobús, etc.
Ventajas del biocombustible
Su uso, mayoritariamente, es como combustible ecológico, una fuente de energía ecológica que cada año va sumando adeptos por todo el mundo por su evidente ayuda a la mejora medioambiental y sobre todo, por el inevitable fin no muy lejano del petróleo o el gas natural. Son muchas las ventajas de este combustible renovable ya conocidas pero añadimos el valor que adquiere por reducir la dependencia de los combustibles fósiles, mejorar la combustión del motor de tal manera que se puede ampliar su uso y disfrute en todos los vehículos sin excepción, es fácil de producir y almacenar y disminuye la contaminación ambiental.
Implantación en España
Nuestro país ha sido el primero en la Unión Europea en producir biocombustibles y el tercero en cuanto a consumo se refiere, por detrás de Suecia y Alemania. De hecho, se pueden observar los coches españoles que llevan ya una pequeña cantidad de bioetanol (el biodiesel, por ejemplo). Del mismo lado se encuentra el gigante Repsol YPF que ha visto en esta maravillosa idea una gran oportunidad, al contrario que el resto de petroleras que han considerado este hecho como un atentado hacia su negocio. Por su parte, la Comunidad Autónoma Vasca y el Ayuntamiento de Madrid participan, junto a otras ciudades y regiones europeas en el proyecto Best con el fin de potenciar y difundir la importancia y efectividad de estos nuevos carburantes.
Sin embargo, son muchos los países los que ya están al tanto de lo importante que es esta nueva energía renovable. Brasil es el mayor productor y consumidor mundial de bioetanol como combustible, seguido de los Estados Unidos, sin olvidar que Japón y China no se mantienen al margen. Todo el mundo puede utilizar alternativas para vivir mejor, en un mundo mejor y con una mejor calidad del medio ambiente.