De la letra A a la letra G solamente hay cinco letras de distancia, pero una diferencia muy grande de consumo energético, como está plasmado en las etiquetas que acompañan a los electrodomésticos desde hace muchísimos años y que desde el 1 junio se ha implementado de manera obligatoria en las viviendas en comercialización. Es decir, que una casa con la letra A significaría que su eficiencia es la máxima y por tanto, puede llegar a consumir un 86% menos de energía que otra casa con la letra G, según planteó el presidente de la Fundación Renovables y N2E, llamado Javier García Breva.
El valor de la energía subirá ampliamente
Javier García Breva comenta que el gasto energético de los edificios que se encuentran en España asciende a aproximadamente 15 millones de euros. Sin embargo, su meta por hacer que todas las viviendas tengan una clase A no parece muy cercana, puesto que está en manos de las comunidades autónomas y su aplicación y efectividad solamente dependerá de los gobiernos de cada región, los cuales deberían estar dispuestos a regularlo.
Javier Breva apuesta por qué el Estado comience a dar incentivos fiscales al ahorro de energía en las viviendas y que castigue el derroche como se ha hecho con los vehículos. Además, espera que este proyecto de ley de rehabilitación obligue a hacer reformas en favor de la eficiencia.
A favor de la creación de un banco verde
Con respecto a las multas posibles que podrían enfrentar los propietarios que comercialicen sus hogares sin el certificado, Breva comenta que será de hasta 6 mil euros e insiste que no es la mejor manera de incentivar, pues lo que se precisa es un marco fiscal que premie el ahorro. No obstante, para que esta medida nueva eficiencia energética en los hogares tome cuerpo, el presidente de la Fundación Renovables apoya a la idea de crear un banco especializado que dé un impulso financiero. Según Javier, hay que impulsar instrumentos de crédito privados-públicos que pasen a informar a las entidades de la directiva europea, así como también impulsar la creación de un fondo nacional que esté destinado a la eficiencia energética, algo así como un banco verde.