Entre un 5% y un 50% de la materia prima que ingresa en las industrias de transformados vegetales, terminan siendo destinados a la alimentación animal o como residuo en el colector.
Actualmente, varios investigadores de Value, plantean usos nuevos para los desechos vegetales, como por ejemplo obtención de biogás a partir de los alperujos provenientes de las almazaras, o bioetanol proveniente de los residuos de mermelada, así como también la extracción de polifenoles y fibra alimentaria, empleando restos vegetales y frutas.
¿Cuál es el objetivo?
El objetivo principal es aportarle a la industria agro-alimentaria diversas soluciones, que den más valor a los subproductos, experimentando, identificando, difundiendo y validando tecnologías de valorización y tratamiento. Con esto se reutilizaría, reduciría y se daría usos nuevos a los productos que son desechados, disminuyendo a su vez las emisiones de los gases del efecto invernadero, ocasionados por los bioresiduos que se colocan en el colector.
Según un coordinador de Value, Rafael López, explica que de los desechos vegetales, como el cardo por ejemplo, puede obtenerse un tipo de fibra, la cual sirve para incorporarse a otros alimentos. Por otro lado, los polifenoles sirven como antioxidantes y además, se emplean para fabricas cosméticos.
Eco innovación en Europa
El bajo nivel de tratamiento de este tipo de residuos, es un gran inconveniente en el sudoeste europeo. Por tal motivo, la preocupación por encontrar una solución es urgente. Mediante este proyecto se pusieron de igual a igual los problemas que tienen las empresas y la experiencia técnica, con el objetivo de transferir tecnologías alternativas y dar a conocerlas para aprovechar los residuos como obtención de materiales nuevos y como energético.
Para conseguir ello, varias pymes han sido implicadas para representar el sector de los desechos vegetales, las cuales colaboraron con la valorización, la extracción y el aprovechamiento de los subproductos, cuyo valor añadido es elevado.
Autora: Flavia Porro